Es un examen que consiste en tipo especial de ecografía que permite explorar diversas estructuras del aparato músculo-esquelético, como músculos, tendones, ligamentos, bursas, cartílagos y superficies de huesos fundamentalmente. Es usado principalmente en las especialidades de fisioterapia y traumatología y por lo general se aplica en personas con enfermedades reumatológicas.
No es necesario estar en ayunas.
Se recomienda no aplicar cremas o pomadas sobre la zona que se va explorar desde un día antes, ya que algunas dificultan la visualización de imágenes.
Si la zona a explorar tiene algún vendaje, férula, yeso, etc, será necesario que se lo retiremos total o parcialmente justo antes de la ecografía y, según los resultados y/o el consejo de su médico, se le colocará o no nuevamente.
Prueba del tejido músculo-esquelético indicada en casos de:
Problemas inflamatorios: de los tendones (tendinitis), de las bursas (bursitis), derrames de las articulaciones, abscesos, etc.
Problemas degenerativos: los tendones, ligamentos, cartílagos, etc, como consecuencia de determinadas enfermedades o de esfuerzos repetidos durante años, pueden sufrir un proceso de “desgaste” (cuando afecta las articulaciones hablamos de artrosis).
Traumatismos: contusiones, hematomas, roturas de fibras en músculos, tendones, ligamentos… son lesiones frecuentes como consecuencia de accidentes de todo tipo (laboral, deportivo, escolar, tráfico, doméstico, etc).
Lesiones tumorales: quistes, tumores benignos y malignos de músculos, nervios, etc.
Localización de cuerpos extraños: permite detectar espinas de palmera, de pescado, de cactus, fragmentos de madera, metal, vidrio o piedra que con tanta frecuencia son motivo de accidente laboral, deportivo o doméstico.
Complicaciones de operaciones relacionadas con los huesos o músculos.
Problemas en el recién nacido: sobre todo en relación con las caderas.
Guía ecográfica para punciones, infiltraciones, etc. La ecografía, realizada por ecografistas expertos, resulta de gran utilidad para dirigir una aguja hacia el interior de un quiste o un hematoma con el fin de drenarlos, o para infiltrar un medicamento en una zona de acceso difícil o de reducido tamaño con el objeto de que dicha infiltración sea más precisa y más segura.
Es un procedimiento que proporciona un estudio rápido, eficaz y a tiempo real del tejido musculoesquelético, es decir, de tendones, ligamentos o músculos. Gracias a esta prueba, el especialista puede evaluar la estructura corporal y si existe algún tipo de lesión con el objetivo de establecer el seguimiento y un programa de recuperación.
Rango sujeto a evaluación de la clínica o del médico tratante.
Por lo general para la prueba deberá estar acostado en una camilla, sin embargo, para explorar algunas zonas (hombro, codo, mano) le pedirán sentarse.
Para realizar este procedimiento le dejarán la piel al descubierto y sobre ella aplicarán un gel conductor que permite una correcta adaptación del transductor de ultrasonidos; este será deslizado sobre la piel, obteniendo imágenes en tiempo real que se observarán en el monitor.
Esta prueba tiene una duración aproximada de quince a treinta minutos.